Las personas mayores que se mantienen activas físicamente consiguen ralentizar o atenuar, e incluso revertir, muchos de los efectos de la edad. Conviene ser constantes y activos por día, sin llegar al agotamiento.
Se recomienda que las personas de más de 65 años incorporen treinta minutos de actividad física a su vida diaria. Toda actividad suma:
- Vaya a pie o en bicicleta para realizar las actividades de cada día.
- Subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor o las escaleras mecánicas.
- Aparcad el coche un poco más lejos de lo habitual, o bajar del autobús o del metro una o dos paradas antes.
- Apúntese a un grupo de caminatas del barrio.
- Baile.
- Haga bicicleta estática o cinta de correr mientras ve la televisión.
- Disfrute activamente del ocio realizando actividades como la petanca, el taichí, el yoga, las actividades acuáticas o los bailes de salón.
- Colabore como voluntarios haciendo tareas activas.
- Haga las tareas del hogar o pequeñas reparaciones, y trabajar en el huerto o el jardín.
- Jugad con los nietos, o pasear al perro.
- Haga paseos familiares, vaya a buscar setas.
- Apúntese al gimnasio o en el polideportivo.