El suceso ocurrió el pasado domingo 14 de mayo, cuando el avión de la compañía Iberia Express había partido de Tenerife y se dirigía a Madrid. Una pasajera entró en parada cardiorespiratoria a las 18:15, momento en el que el personal de a bordo le practicó las maniobras de reanimación.
El avión fue desviado al aeropuerto de Lanzarote, aterrizando a las 18:30, donde esperaba una ambulancia medicalizada. Sin embargo, finalmente solo pudieron confirmar su fallecimiento.
El vuelo había despegado a las 17.15 horas desde el aeropuerto de Tenerife Norte y llevaba casi una hora volando cuando se produjo esta emergencia médica que obligó a realizar un aterrizaje en Lanzarote y que terminó con el fallecimiento de esta pasajera.
Este suceso pone de nuevo sobre la mesa el debate de por qué los aviones no llevan un desfibrilador a bordo, atendiendo a la dificultad de actuación, ya que por ejemplo, en este caso, desde que se dio la parada hasta que aterrizó pasaron quince minutos valiosos.
Fuente: La Provincia