
Ocurrió en vísperas de Navidad. Una mujer estaba de compras con sus tres hijos y su marido en el centro comercial Sainsbury’s, el Arnison Center, Durham, cuando se derrumbó y dejó de respirar.
El personal de Sainsbury y un médico fuera de servicio, que estaba haciendo sus compras en Sainsbury’s en ese momento, actuó rápidamente sobre la víctima para salvarle la vida.
Le dieron RCP y utilizaron el desfibrilador del centro comercial, que se había adquirido hacía tres meses.
Catherine, fue dada de alta del hospital el 28 de diciembre y se recupera en su casa.
La misma Catherine dice algo muy acertado:
Afortunadamente había gente aquí que me cuidó y me salvó la vida.
Si hubiera sucedido en algún otro lugar, no creo que hubiera tenido otra oportunidad.
Tengo mucha suerte de estar viva.